Para que un proyecto político arraigue, para que un líder político se consolide, no basta con estar en el lugar adecuado ni en el momento oportuno. Son necesarios principios y defenderlos con valentía, honestidad y perseverancia, respeto a las instituciones que apuntalan la democracia y voluntad de servicio. Ese líder es ante todo un ciudadano que se debe a su conciencia y a sus conciudadanos, sin distancias, pegado a los problemas reales, con una clara misión: transformar la sociedad. Lo hace palmo a palmo, calle a calle, voto a voto, con mucho esfuerzo, constante, fiel a sus principios. Hablando siempre claro y alto, incluso allí donde puede resultar incómodo, dentro y fuera de las siglas políticas que represente. Gregorio Ordóñez fue ese líder político. Lo fue con la máxima generosidad, cuando defender la constitución española significaba arriesgar y perder la vida en Euskadi. Un líder auténtico que todavía hoy en su ciudad, San Sebastián, es añorado y recordado con emoción y respeto. Gregorio Ordóñez comenzó su andadura pública con apenas veintitrés años, en un ambiente más que hostil para la entonces Alianza Popular, cuando el nacionalismo gobernante clasificaba a la ciudadanía en función de su grado de servilismo a la causa araniana mientras la organización terrorista ETA disparaba contra hombres y mujeres inocentes menos afines a la suya, imponiendo el silencio cómplice y el terror en las calles. Gregorio fue un político audaz que con inusitado entusiasmo nos enseñó el único camino posible, el camino de la humana libertad. Fue un referente que sigue conquistando aún hoy a las nuevas generaciones.
El archivo y la exposición Gregorio Ordóñez. La vida posible, resumen los intensos doce años que dedicó a la vida pública desde las siglas del Partido Popular en el País Vasco antes de ser asesinado por ETA el 23 de enero de 1995. Son una importante recopilación de objetos, declaraciones, imágenes y audiovisuales, de recortes de prensa y de fotografías, más de mil documentos cruciales para conocer la verdad de los hechos que tuvieron lugar durante unos años extremadamente duros, marcados por la acción terrorista de ETA en España, especialmente en el País Vasco. El archivo es una aportación fundamental para entender la normalidad excepcional que rodeaba a una víctima de ETA; para conocer la amenaza y la soledad que se ciernen sobre todas ellas antes de ser víctimas en el País Vasco, en contraposición con la impunidad y complacencia de la que gozan ETA y sus cómplices en la vida pública. Saber quién fue Gregorio Ordóñez, cómo vivió, qué defendía, cómo murió nos lleva a reflexionar sobre la vida y la muerte en el País Vasco en los años ochenta y noventa del siglo XX. Es ante todo un tributo sincero a su memoria y a la memoria de las 853 víctimas mortales de ETA.